DIFERENCIA ENTRE ARTE Y DISEÑO EN NUESTRA EPOCA
El tema de lo que separa el arte y el diseño es complicado y se ha debatido durante mucho tiempo.
Tanto artistas como diseñadores crean composiciones visuales usando una base de conocimiento compartido, pero sus razones para hacerlo son completamente diferentes.
Algunos diseñadores se consideran artistas, pero pocos artistas se consideran diseñadores.
Entonces, ¿Cuál es exactamente la diferencia entre arte y diseño? En esta nota, vamos a examinar y comparar algunos de los principios básicos de cada uno. .
Tanto artistas como diseñadores crean composiciones visuales usando una base de conocimiento compartido, pero sus razones para hacerlo son completamente diferentes.
Algunos diseñadores se consideran artistas, pero pocos artistas se consideran diseñadores.
Entonces, ¿Cuál es exactamente la diferencia entre arte y diseño? En esta nota, vamos a examinar y comparar algunos de los principios básicos de cada uno. .
Quizás la diferencia fundamental entre el arte y el diseño en la que todos estamos de acuerdo es el propósito de cada uno.
Normalmente, el proceso de creación de una obra de arte se inicia con nada, un lienzo en blanco. Una obra de arte surge de un punto de vista, una opinión o un sentimiento que el artista tiene dentro de sí.
Ellos crean el arte para compartir ese sentimiento con los demás, para permitir que los espectadores se relacionen con él, aprender sobre él o se sientan inspirados por el mismo.
La más famosa (y exitosa) de las obras de arte hoy en día es la que establece un lazo afectivo estrecho entre el artista y su público.
Por el contrario, cuando un diseñador propone crear una nueva pieza, casi siempre tiene un punto fijo de partida, ya sea un mensaje, una imagen, una idea o una acción.
El trabajo del diseñador no es inventar algo nuevo, sino comunicar algo que ya existe, para un propósito preestablecido.
Ese propósito casi siempre consiste en motivar a la audiencia a hacer algo: comprar un producto, usar de un servicio, visitar un lugar, aprender cierta información. Los diseños más exitosos son aquellos que comunican su mensaje de forma efectiva y motivan a sus consumidores a llevar a cabo una tarea.
Normalmente, el proceso de creación de una obra de arte se inicia con nada, un lienzo en blanco. Una obra de arte surge de un punto de vista, una opinión o un sentimiento que el artista tiene dentro de sí.
Ellos crean el arte para compartir ese sentimiento con los demás, para permitir que los espectadores se relacionen con él, aprender sobre él o se sientan inspirados por el mismo.
La más famosa (y exitosa) de las obras de arte hoy en día es la que establece un lazo afectivo estrecho entre el artista y su público.
Por el contrario, cuando un diseñador propone crear una nueva pieza, casi siempre tiene un punto fijo de partida, ya sea un mensaje, una imagen, una idea o una acción.
El trabajo del diseñador no es inventar algo nuevo, sino comunicar algo que ya existe, para un propósito preestablecido.
Ese propósito casi siempre consiste en motivar a la audiencia a hacer algo: comprar un producto, usar de un servicio, visitar un lugar, aprender cierta información. Los diseños más exitosos son aquellos que comunican su mensaje de forma efectiva y motivan a sus consumidores a llevar a cabo una tarea.
La mayor parte de las veces, un artista tiene una capacidad natural. Por
supuesto, desde una edad temprana, el artista se cultiva en dibujo,
pintura, escultura y el desarrollo de sus capacidades.
Pero el verdadero valor de un artista reside en el talento (o la capacidad natural) con la que nace. Aquí existe una cierta coincidencia: los buenos artistas ciertamente tienen habilidad, pero la habilidad artística sin talento es, debatiblemente, inútil.
El diseño, a pesar de todo, en realidad es una habilidad que se enseña y se aprende. No es necesario ser un gran artista para ser un gran diseñador, sólo se tienes que ser capaz de alcanzar los objetivos del diseño.
Algunos de los diseñadores más respetados en el mundo son conocidos por su estilo minimalista. Ellos no usan mucho color o textura, pero le ceden gran importancia al tamaño, la posición y la distancia, herramientas cuyo uso se puede aprender sin talento innato.
Pero el verdadero valor de un artista reside en el talento (o la capacidad natural) con la que nace. Aquí existe una cierta coincidencia: los buenos artistas ciertamente tienen habilidad, pero la habilidad artística sin talento es, debatiblemente, inútil.
El diseño, a pesar de todo, en realidad es una habilidad que se enseña y se aprende. No es necesario ser un gran artista para ser un gran diseñador, sólo se tienes que ser capaz de alcanzar los objetivos del diseño.
Algunos de los diseñadores más respetados en el mundo son conocidos por su estilo minimalista. Ellos no usan mucho color o textura, pero le ceden gran importancia al tamaño, la posición y la distancia, herramientas cuyo uso se puede aprender sin talento innato.